La agenda 2030 está basada en 17 objetivos de desarrollo sostenible establecidos y aprobados por los diversos países que forman parte del acuerdo de París. Todos estos objetivos tienen como foco principal la mejora de la sociedad, la economía y el medio ambiente.

Para lograr esos objetivos es necesaria la responsabilidad social para crear conciencia en las personas y este es un tema que nos concierne a todos. Esforzarse en cada detalle para tener relaciones afectivas sanas y contribuir a una mejor sociedad, aportar a la economía de nuestro país, contribuir en iniciativas para mitigar el cambio climático son temas que nos corresponden a todos, ya que fuera de los términos empresariales o sociales, son temas de seres humanos.

La responsabilidad social es un compromiso que tenemos cada uno como personas para hacer de este mundo un mejor lugar del que nosotros encontramos; contribuir en cualquier aspecto desde nuestro alcance y eso se vuelve un gran impulso para el desarrollo de la agenda 2030.

Los millenials y centennials queremos hacer el cambio y nos esforzamos por promoverlo; de una u otra forma contribuimos porque estamos de acuerdo con algo o con mucho de estas ideologías y forma de vida que surgió a raíz de la pandemia. Adquirimos nuevos hábitos de consumo, por lo que la innovación es imprescindible para estas nuevas generaciones.

Todos esos cambios que vivimos durante y después de la pandemia hicieron un cambio en nuestro chip mental, por lo que cada vez más jóvenes nos sumamos a la responsabilidad social, ya sea emprendiendo desde una perspectiva sustentable, consumiendo productos comprometidos con el medio ambiente o promoviendo a empresas socialmente responsables y hábitos relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la agenda 2030 de la ONU.

Vivimos la transición de lo tradicional a lo digital en el área educativa y laboral; con la pandemia la vida cambió y pareciera de la noche a la mañana cuando los trabajos cambiaron drásticamente y pasaron de ser en una oficina a trabajar desde la comodidad de tu casa.

Esta facilidad y comodidad que nos proporciona la tecnología ha alentado a muchos viajeros a trabajar de forma digital mientras viajan y viven en otros países. Gracias a ello la diversidad cultural se disparó, ya que muchos extranjeros principalmente de América del Norte y Europa se mudaron a países de Latinoamérica como México y esto promovió la diversidad e inclusión por medio de los movimientos sociales y culturales.

La gran diversidad que estamos viendo y que aún nos falta por ver nos ha hecho una generación más consciente de la situación del planeta y de la sociedad, una generación que respeta los gustos y preferencias del prójimo, nos ha hecho una generación más empática, más amable con el planeta y el medio ambiente.

La diversidad promueve la paz, es el compromiso social de respetar absolutamente todo y a todos. Omitir comentarios que generen odio o sean ofensivos para otras personas; respetar a las personas sin importar las preferencias, el color, la nacionalidad, o sus tradiciones, etcétera.  

Esa diversidad multicultural que estamos viviendo ha abierto mentes a la inclusión y ha impulsado los movimientos sociales como BE KIND, SAVE THE PLANET, STOP RACISM, BLACK LIVES MATTER, entre otros y esos son impulsores de los ODS.

Muchos millenials estamos rompiendo estereotipos; ya muchos no consideran la opción de tener hijos para mitigar de alguna forma la sobrepoblación que hay en nuestro país. Ya ni siquiera son los tiempos de antes, ahora la mayoría de los empleos ya no son correctamente remunerados como lo eran antes de la tecnología, no hablemos de los recursos; ahora escuchamos con mayor frecuencia de la escasez de agua, alimentos o empleo. Aunado a ello, estamos viviendo una inflación histórica, el abaratamiento de la mano de obra debido al gran avance tecnológico, pero que también ha traído muchos beneficios, debido a la facilidad y comodidad que nos da la tecnología.

Al emprender, las nuevas generaciones optamos por hacerlo con una perspectiva sustentable, declinamos a seguir aceptando sueldos tan bajos, como son los sueldos en México, comprendemos cuánta falta hacen los empleos con equilibrio de vida laboral y personal y la falta que hacen los empleos correctamente remunerados. Nos damos cuenta de la falta de emprendimiento con la escasa apertura de empresas mexicanas y cómo ello impacta en  el crecimiento económico.

Nos volvemos emprendedores con un enfoque sustentable porque notamos las condiciones de trabajo de muchas personas, en la falta de alegría en su rostro o en su actitud, incluso se puede escuchar en la voz de muchos empleados. Nos sentimos comprometidos con la sociedad y buscamos hacer un cambio, iniciando por un trato más digno a quienes colaborarán con nosotros. Es así que iniciamos una empresa tomando en cuenta los ODS con relación al trabajo decente, la salud mental y la reducción de las desigualdades.

Las empresas de talla grande le están apostando a la tecnología sustentable para la producción en sus industrias y a la cultura inclusiva en sus operaciones pero, sin importar el tamaño de la empresa, cada vez son más las que se suman a la responsabilidad social empresarial y nos damos cuenta al ver más puestos directivos ocupados por mujeres, más establecimientos con personal de la tercera edad, más empleados con capacidades diferentes, menos políticas en la empresa y más códigos de ética, más empleados con atuendo libre sin importar su aspecto y preferencias.

Las empresas se están transformando, la tecnología está avanzando, y los seres humanos estamos evolucionando; todo está trabajando en conjunto para el desarrollo de los objetivos con el fin de mejorar a la sociedad, impulsar la economía y cuidar el medio ambiente.

Por Katya Harfuch

Organizadora del Grupo Especializado de Sustentabilidad de Canaco CDMX

Activista social de #CANACOenAcciónPorElClima y Directora General de Industrias AlusheOrg.